CASCADA DE TAMUL

Cuando empieces a escuchar un estruendo que te parezca el rugido de un dios antiguo, prepárate porque te estarás aproximando a la Cascada de Tamul, el lugar te dejará sin aliento.

LOCALIZACIÓN

Localizada en el municipio de Aquismón, en la región de la Huasteca.

CASCADA DE TAMUL

DESCRIPCIÓN 

Tamul significa “lugar de cántaros” (en lengua teenek) y esto quizá se deba a que los antiguos habitantes de la Huasteca imaginaban que los dioses, utilizando este tipo de utensilios de barro, eran quienes vertían con gran fuerza el líquido vital sobre los ríos dando así forma a esta cascada con su impresionante caída de 105 metros de altura y que, en época de lluvias, alcanza a dibujar una cortina ¡de casi 300 metros de ancho!

La mejor temporada para visitar la Cascada de Tamul es de octubre a mayo, cuando las lluvias torrenciales han dejado de revolver las aguas de los ríos y las cascadas devolviéndole a éstos sus características (ya afamadas) tonalidades azul y azul-turquesa.

A la cascada se puede llegar por arriba y por abajo. La forma más conocida es por abajo a través de las pangas nadando a contracorriente. Aunque si tienes tiempo aconsejan hacer ambos recorridos, cada paseo tiene paisajes y actividades que valen muchísimo la pena.

Lo principal en la Cascada Tamul es divertirte y dejar todas las preocupaciones atrás. Es un lugar realmente sorprendente que te atrapará de inmediato con el color de su agua y lo llamativas que son las canoas.

CÓMO LLEGAR

La alternativa preferida para llegar a la Cascada de Tamul es tomar un tour en Ciudad Valles. Al adquirir este servicio contarás con transporte de ida y vuelta hasta tu hotel, comida, refrigerios, guía y equipo de seguridad por el mismo precio. 

Si estás en San Luis Potosí podrás tomar un autobús directo que te llevará en unas 3 horas a Ciudad Valles. Busca las líneas Ómnibus de Oriente y Transportes del Norte. 

LUGARES DE INTERÉS

UN ESPECTÁCULO DE LA NATURALEZA

Lo que fascina de esta cascada es que posee un cauce que salta al vacío desde una altura superior a los 100 metros para aterrizar a lo largo del cañón por el que corre el Río Santa María, que se caracteriza por sus caprichosos muros de piedra caliza de 300 metros de profundidad. Todo ello en medio de la selva.

LAS PANGAS (CANOAS DE COLORES)

Para llegar a la cascada por el río, hay que ir al paraje selvático «La Morena», donde verás un pintoresco embarcadero rodeado de pequeñas pozas y micro cascadas festoneadas con helechos donde tomarás una panga (que no es otra cosa que una canoa artesanal de madera muy colorida) y remarás a contracorriente hasta llegar al lugar.

DIVERSIÓN ASEGURADA

Y es que la diversión está asegurada, puedes remar al límite de los 100 metros de la caída y contemplar el salto de agua y los alrededores a su máximo esplendor. Si quieres una emoción fuerte puedes lanzarte en clavado desde zonas “permitidas” por las que harás caída libre a lo largo de tramos de hasta 13 metros. También podrás descender a rappel a un costado del torrente de agua. Otra opción es hacer rafting, navegar en kayak, practicar espeleobuceo y por supuesto, acampar e ir de hiking por los bellísimos parajes en torno.

Además a mitad de recorrido llegarás a la Cueva del Agua, una caverna de unos 15 metros de ancho que alberga en su interior un fastuoso cenote(el mito dice que no tiene fondo) que te parecerá irreal al contemplarlo iluminado por rayos de sol. Las paredes laterales parecen labradas y la «boca» presume de contar con decenas de estalactitas. Aquí harás una parada para comer, descansar, nadar, hacer esnórquel y contemplar las bandadas de aves y murciélagos que revolotean sobre la superficie. 

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